La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la obesidad es la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud. Es una patología que afecta a una gran población de mujeres y hombres de todas las edades, en diferentes partes del planeta. Según el Ministerio de Salud de la Nación Argentina, en el país seis de cada 10 adultos presentan exceso de peso. Es decir que, más del 50% de la población sufre de sobrepeso. Esta problemática no se presenta de un día para el otro, y su tratamiento y prevención requieren de un abordaje integral que demanda compromiso y ayuda médica.

La búsqueda de un bebé mediante un tratamiento de reproducción asistida es un proceso que abarca múltiples aspectos de la vida de una persona, entre los que se encuentran fundamentalmente los hábitos saludables.

La doctora Doris Raso, especialista en reproducción asistida de la empresa especializada en esta práctica WeFIV, explica que hay evidencia de que las pacientes obesas presentan menores tasas de éxito en tratamientos de reproducción asistida. Es decir, disminuye la tasa de implantación, aumenta el riesgo del aborto y se incrementan las complicaciones en el embarazo y hasta en el recién nacido.

Si bien es posible que mujeres que cuentan con esta patología, ovulen con normalidad, tendrán de todos modos mayor riesgo de infertilidad por la implicación de otros factores como la calidad ovocitaria-embrionaria o la receptividad endometrial. Por ello, y respecto a cuál es el peso ideal para concebir, por lo general, se recomienda que la mujer presente al momento de iniciar la búsqueda un Índice de Masa Corporal (IMC) adecuado, que varía entre 18,5% y 25%.

Complicaciones

El sobrepeso puede alterar la función ovulatoria y complicar los riesgos en el embarazo. En el caso de pacientes que vayan a hacer un tratamiento de fertilidad, tienen menos respuesta a la medicación, mayores complicaciones en el momento de la anestesia, menor obtención ovocitaria, menor recuperación, menores tasas de implantación y mayores tasas de aborto.

“Las pacientes obesas tienen un mayor riesgo de menarquía precoz, ciclos irregulares con oligomenorrea (ciclo menstrual con intervalos de 36-90 días) o amenorrea (ausencia de la menstruación) y de anovulación asociada al síndrome de ovario poliquístico. Además, tienen un alto riesgo de subfertilidad (mayor tiempo de búsqueda hasta conseguir un embarazo espontáneo) o infertilidad, siendo esta última 3 veces superior que en la mujer con un peso adecuado”, desarrolla la especialista, en un comunicado de prensa.

El asesoramiento y seguimiento de una persona que presenta sobrepeso a la hora de comenzar con un proceso de reproducción asistida, debería estar guiado por profesionales idóneos y relacionados con el cuidado de la salud y a los hábitos saludables. En el tratamiento de estimulación ovárica para la obtención de ovocitos, el peso de la paciente es muy importante porque las dosis de hormonas administradas guardan relación con este factor y, por lo tanto, al incrementarse, podrían aumentar también los posibles efectos adversos, advierte Raso.

Asimismo, previo a avanzar con el tratamiento, es sumamente necesario que la paciente cuente con todos los nutrientes, ya sea para lograr el embarazo como para tener un embrión sano y que se desarrolle bien.